David Tobar, artista guatemalteco multifacético, celebra con orgullo 15 años de una carrera que ha dejado huella en el teatro, el cine, la televisión y la radio nacional. Desde su debut a los 6 años en la obra El Niño de la Selva , hasta convertirse en uno de los talentos más versátiles del país, Tobar ha demostrado que la constancia, la pasión y la entrega pueden convertir los sueños de la infancia en una sólida realidad profesional.

Con formación en actuación, canto y conducción en instituciones como NART, Instituto Angélica Rosa, la Universidad Popular y PCS Internacional, Tobar ha interpretado personajes inolvidables que van desde héroes de época hasta villanos complejos. Uno de los papeles más desafiantes en su carrera fue el de Federico Crowe en la película Semillas de Fé , producción que lo llevó a transformar su físico, viajar por el país y adoptar un acento extranjero, todo para encarnar con autenticidad a un misionero en búsqueda de propósito y fe.

La carrera de David se ha desarrollado en Múltiples frentes: desde ser presentador de televisión en programas como Amanecer con Alegría hasta actuar en más de 60 comerciales y películas como Viva la Crisis , Temblores , El Huérfano y Detrás de las Estrellas . Pero su corazón pertenece al teatro, especialmente el teatro infantil, donde ha dado vida a entrañables personajes en producciones como Pinocho , Aladino y El caballero de la armadura oxidada , una obra que, según relata, le cambió la vida por el viaje emocional y espiritual que exigió de él.

Además de brillar en escena, David Tobar ha contribuido a la formación de nuevos talentos en Guatemala mediante talleres y cursos de teatro, compartiendo su experiencia con las futuras generaciones. Para él, el arte no solo se actúa, se vive, y su compromiso va más allá de los reflectores: busca inspirar, enseñar y demostrar que los sueños sí se cumplen con esfuerzo, disciplina y amor por lo que se hace.

Hoy, a sus 31 años, David Tobar celebra 15 años de carrera artística siendo un referente en el entretenimiento guatemalteco. Con los pies en la tierra y los ojos puestos en nuevos horizontes, continúa siendo ejemplo de vocación y pasión por el arte. “Yo creo en mí”, repite con convicción. Y sin duda, el público también cree en él.

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